28.10.13

De golpe es ahogarse en el vino de las noches, en la sangre de la luna que es roja como la sangre de tu corazón y la del mío y la de Dios, que con perdón de la tragedia, pero es la muerte, no murió, Dios es la muerte, nuestradensidadestácambiando el mundo. De golpe es ahogarse en ese vino y cerca de las cuatro mirar el celular, abrir el wasap, fijarme a qué hora fue la última vez que lo abriste como si fuese un dato grandioso saber la hora exacta en que tus ojos se detuvieron a leer la pantalla entonces saber un poco más de lo que está pasando ahora en donde vos estás, tan lejos. Después sentarme y decirme a mí misma está bien es como una proeza de la vida tener un amor a la distancia, todos deberíamos tener al menos una vez en la vida un amor a la distancia, no alcanzar, amar desde el vacío o el silencio, que es la muerte, que es Dios y es también la sangre. Y en los encuentros en pueblos o montañas perdidas en medio del mundo los abrazos serían verdaderos, quizá sólo haríamos el amor fumaríamos porro leeríamos libros correríamos a toda velocidad sin ningún motivo en particular, como la muerte, como la sangre de Dios… y dormiríamos con las caras apoyadas en una almohada de muslos o colas o cuellos.

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